#5 Misiones jesuíticas en Sudamérica
En nuestra escuela de español en Bilbao seguimos con nuestro viaje al pasado recorriendo la cultura hispana. Hoy os invitamos a descubrir la labor evangelizadora de los jesuitas en Sudamérica.
La Compañía de Jesús, fundada en 1540 por el español Ignacio de Loyola, formó a toda una serie de misioneros que destacaron sobre el resto de órdenes religiosas (franciscanos, dominicos, agustinos y jerónimos), por su enorme disciplina y preparación, el orden jerárquico existente entre ellos y el amplio conocimiento de los estudios que desarrollaron.
Los jesuitas fundaron en Sudamérica desde principios del siglo XVII treinta misiones o reducciones entre los indígenas guaraníes y otros pueblos semejantes. Estas se distribuyeron entre los siguientes países: quince en Argentina, ocho en Paraguay y siete en el suroeste de Brasil (la más antigua de las misiones se creó en 1609 en San Ignacio Guazú, en el actual departamento de Misiones en Paraguay).
Las misiones se organizaban de la siguiente manera: al mando de dicha reducción se encontraba un corregidor indio asistido por un cabildo formado también por indígenas. Para la aplicación de castigos severos era necesaria la consulta y aprobación de los misioneros, mientras que a los españoles les estaba prohibido ejercer el poder en dichas misiones. De la vida espiritual y de la organización de estas reducciones se ocupaban dos sacerdotes (o tres, si las dimensiones de la misión eran mayores).
Misión Jesuítica de Jesús de Tavarangué ubicada en el departamento de Itapúa (Paraguay)
En el plano económico, los jesuitas supieron aprovechar la enorme influencia de los caciques para promover la antigua solidaridad tribal con el desarrollo de la nueva religión. Cada familia recibía un lote de tierra con sus aperos para trabajarla y lo obtenido pasaba totalmente a mano de los indígenas.
Respecto a la educación, los niños recibían la enseñanza de ciencias y letras mientras que los hijos de los caciques, como futuros gobernantes, aprendían latín y español. Junto a esto, se enseñaba música y artes plásticas (pintura, escultura, etc.)
La importancia de las misiones también se manifestó en el terreno militar. Los constantes intentos de expansión de los portugueses hicieron que la corona española equiparase a los indígenas con la misma condición de hombres libres que sus vasallos peninsulares. Además, gracias a las milicias jesuitas, se logró frenar el avance lusitano por territorio español pero ante las acometidas enemigas se fortificaron las misiones con milicias formadas en las nuevas técnicas y tácticas militares (en este aspecto es obligatorio mencionar la película del director británico Roland Joffé, La Misión, interpretada por Jeremy Irons que encarna a un sacerdote jesuita y por Robert de Niro en su papel de cazador de indios).
En 1767 el rey Carlos III promulga la expulsión definitiva de los jesuitas de sus dominios, al igual que el resto de monarquías católicas, al pensar que su enorme influencia podía llegar a ser una amenaza. Este hecho provocó el empobrecimiento y la despoblación de unas misiones que florecieron durante ciento sesenta años y que ahora se han convertido, algunas de ellas, en Patrimonio de la Humanidad.
Misión Jesuítica de San Ignacio de Miní ubicada en la localidad de San Ignacio, provincia de Misiones (Argentina)
En LINCE Spanish School la historia es un conocimiento muy valioso que queremos poner a vuestro alcance porque aprender español implica siempre algo más. ¡Hasta la próxima aventura amigos! 🙂